La alcachofa (Cynara Scolymus) se
cultiva
sobre todo en las regiones
mediterráneas y en las zonas que gozan de un clima suave. Su consumo
data, de más de dos mil años. Estas plantas fueron consideradas ya por
los antiguos como un apreciable alimento, y se recomendaba
especialmente con cilantro, vino, aceite de oliva y Garum, nombre de una
célebre salsa de pescado usada en la antigüedad. Es un cardo grande
como lo indican las raíces árabes de su nombre "espina de tierra". Este
cardo grande aparece en el escudo de la ciudad de Benicarló como
reflejo de la importancia que tenía este producto, ya desde la
antigüedad en nuestra zona.
En Benicarló siempre ha tenido un fuerte arraigo entre los agricultores
y desde hace varios años se celebra la Fiesta de la Alcachofa, con una
serie de actos socio-culturales que culminan con una grandiosa "torrada"
de alcachofas.
Entre las cualidades de la alcachofa, su parte comestible proporciona un 12% de glúcidos, cuya sexta parte la constituye un azúcar muy peculiar, la inulina, que la toleran bien incluso los diabéticos. Además se le atribuye propiedades medicinales tradicionales, pero sin base científica, por ejemplo, se considera que producen un efecto favorable en las funciones hepáticas y renales.